Marco Teórico


MARCO TEÓRICO


La Rehabilitación Física

(Flores, s.f.)
Está encargada de recuperar al máximo las capacidades del individuo que ha sufrido
alguna lesión o enfermedad y reincorporar al paciente a sus actividades de la vida diaria.
Esto es lo que hace un Médico en Rehabilitación o Fisiatra, trabaja con un equipo
multidisciplinario conformado por un grupo de médicos de diversas especialidades que
analizan el caso clínico y determinan cuál es el mejor tratamiento para el paciente, y lo
canalizan al área de Terapia Física y Rehabilitación correspondiente.
El terapeuta físico es un Profesional de la salud encargado de aplicar los agentes físicos
(calor, frío, luz, electricidad, etc.) con el fin de brindar una mejoría al estado físico y
reincorporar al paciente a su vida biopsicosocial, por ejemplo, aliviar el dolor,
desinflamar, recuperar arcos de movimiento, reducir la marcha y muscular, corrección
de la postura, entre otras actividades destinadas al tipo de lesión o enfermedad que tenga
la persona a tratar.
Es importante hacer saber que el terapeuta físico o fisioterapeuta debe estar en
comunicación con el medico fisiatra o el especialista, para poder llevar un buen control
de la evolución del paciente así como del tratamiento o cambios que se vayan dando
durante el transcurso de las sesiones prescritas por el médico.
Entre las enfermedades o lesiones más comunes que se tratan están las de la columna,
rodilla, codo y mano.
En la actualidad nuestra actividad laboral está casi confinada a estar detrás de un
escritorio por periodos largos de tiempo, adquiriendo malas posturas, sedentarismo y
sometidos a un alto nivel de estrés; estos factores influyen mucho en los defectos
posturales que por consiguiente evolucionan a lesiones en la columna lumbar a
cualquier nivel pero principalmente en la región lumbar, en un principio se manifestaran
los síntomas como cansancio y fatiga muscular, dolor de cabeza, tensión detrás del
cuello y hombros.

Es importante acudir con un médico especialista (Ortopedista) para poder valorar al
paciente y canalizarlo al servicio de Medicina Física y Rehabilitación.

(Relx Group, 2017)

Lesiones en Miembros Inferiores

Las extremidades inferiores, además de soportar el peso del cuerpo, son las principales
responsables de su desplazamiento, lo que sin duda las convierte en candidatas
preferentes a presentar todo tipo de lesiones y traumatismos.
El movimiento y la actividad física son inherentes al género humano. Desde bien
pequeños se enseña a los niños a caminar y, un poco más adelante, se les insiste en la
importancia de la práctica habitual de ejercicio físico. Los beneficios del movimiento y
de una práctica deportiva regular son diversos: permite la oxigenación del organismo,
libera energía, mejora la circulación sanguínea, ayuda a prevenir la obesidad, disminuye
la tensión arterial, preserva la fortaleza del tejido conjuntivo, retrasa la degeneración
propia del paso de los años y ayuda a combatir la depresión, entre otras cosas. Además,
los deportes colectivos favorecen la socialización y el compañerismo.
Obviamente, algunos deportes comportan una mayor probabilidad de lesión que otros,
siendo los de contacto (fútbol, baloncesto, rugby) y los de velocidad (esquí, squash,
ciclismo, parapente) los que presentan una mayor probabilidad de provocarlos.
Como se ha indicado los pies y piernas son los artífices de los desplazamientos
corporales: casi todo el mundo, a todas las edades y durante todo el día, está en
constante desplazamiento. Normalmente estos movimientos se producen por suelos de
diferentes naturalezas y en un entorno a menudo jalonado de obstáculos e
irregularidades (aceras, escaleras, piedras, salientes, socavones). En ocasiones, las prisas
provocan que se hagan de una forma acelerada y en la mayoría de los casos el
desplazamiento es una especie de «acto reflejo» que hacemos de forma secundaria a
otras actividades (conversar, mirar escaparates, leer). Plataformas desmesuradas, suelas
imposibles, tacones de todo tipo, calzados opresivos o sujeciones insuficientes del pie
son algunas de las «ayudas» que imponemos a nuestras extremidades inferiores para
que cualquier paseo o actividad cotidiana tenga una elevada probabilidad de acabar en
la consulta de un traumatólogo.

(Christopher & Reeve, 2018)

Tipos de lesiones

Algunos de los tipos de estilos de lesión son fracturas simples, fractura en lágrima,
dislocación, estallido; algunos mecanismos de lesión son la compresión, la
hiperextensión, la hiperflexión; algunos síndromes (tipos de presentación clínica)
resultantes son: cauda equina, conus medularis, síndrome medular central y anterior,
síndrome de Brown-Sequard. El estilo de la lesión generalmente depende de la forma en
que la persona se lesiona.

Lesión de la médula espinal cervical C1 – C8 (tetraplejia, también denominada
cuadriplejia)

Las lesiones de nivel cervical causan parálisis o debilidad en ambos brazos y piernas
(cuadriplejia). Pueden estar afectadas todas las regiones del cuerpo por debajo del nivel
de la lesión o la parte superior de la espalda. A veces, este tipo de lesión está
acompañado por pérdida de la sensación física, problemas respiratorios, disfunción
intestinal, de la vejiga y sexual. Esta zona de la médula controla las señales a la parte
posterior de la cabeza, el cuello y los hombros, los brazos y manos y el diafragma.
Como la región del cuello es muy flexible, es difícil estabilizar las lesiones de la médula
espinal cervical. Los pacientes con lesiones de la médula espinal cervical pueden ser
colocados en un soporte o en un dispositivo estabilizador.

Lesión de la médula espinal torácica T1- T12 (paraplejia)

Las lesiones de nivel torácico no son comunes por la protección que brindan las
costillas. Las lesiones torácicas pueden causar parálisis o debilidad de las piernas
(paraplejia) junto con pérdida de la sensación física, disfunción intestinal, de la vejiga y
sexual. En la mayoría de los casos, los brazos y las manos no están afectados. Esta zona
de la médula controla las señales hacia algunos músculos de la espalda y parte del
abdomen. Con estos tipos de lesiones, la mayoría de los pacientes usa inicialmente un
soporte en el tronco para obtener estabilidad adicional.

Lesión de la médula espinal lumbar L1 – L5 (paraplejia)

Las lesiones a nivel lumbar producen parálisis o debilidad de las piernas (paraplejia).
Puede haber pérdida de la sensación física, disfunción intestinal, de la vejiga y sexual.
Habitualmente, la función de los hombros, los brazos y las manos no está afectada. Esta

zona de la médula controla las señales hacia las partes inferiores del abdomen y la
espalda, los glúteos, algunas partes de los órganos genitales externos y partes de las
piernas. Estas lesiones a menudo requieren cirugía y estabilización externa.

Lesión de la médula espinal sacra S1 – S5 (paraplejia)

Las lesiones a nivel sacro causan principalmente pérdida de la función intestinal y de la
vejiga, así como disfunción sexual. Estos tipos de lesiones pueden causar debilidad o
parálisis de caderas y piernas. Esta zona de la médula controla las señales hacia los
muslos y las partes inferiores de las piernas, los pies y la mayoría de los órganos
genitales externos.

Completa e incompleta:

Una lesión incompleta significa que la capacidad de la médula espinal de transmitir
mensajes hacia y desde el cerebro no se ha perdido por completo. Una lesión completa
está indicada por la ausencia total de función sensoria y motora por debajo del nivel de
la lesión, especialmente en la zona rectal. Pero la ausencia de función sensoria y motora
por debajo del nivel de la lesión no necesariamente significa que no quedan axiones o
nervios intactos cruzando el sitio de la lesión; simplemente no que funcionan
correctamente después de la lesión.
(Mayo Clinic, 2017)

Algunas de estas pruebas son las siguientes:

Radiografías. En general, el personal médico pide estas pruebas para las personas que
aparentan tener una lesión de médula espinal después de un traumatismo. Las
radiografías pueden revelar problemas en las vértebras (columna vertebral), tumores,
fracturas o cambios degenerativos en la columna vertebral.
Exploración por tomografía computarizada (TC). Una TC puede brindar un mejor
detalle de las anormalidades que se ven en una radiografía. Esta exploración utiliza
computadoras para formar una serie de imágenes transversales que pueden identificar
problemas en los huesos, en los discos y otros tipos de problemas.
Resonancia magnética (RM). La RM utiliza un campo magnético potente y ondas de
radio para producir imágenes generadas por computadora. Esta prueba es muy útil para

observar la médula espinal e identificar hernias de disco, coágulos sanguíneos y otras
masas que puedan estar comprimiendo la médula espinal.
Unos días después de la lesión, cuando la hinchazón haya disminuido un poco, el
médico hará un examen neurológico más exhaustivo para determinar el nivel y la
amplitud de la lesión. Esto implica evaluar la fuerza de los músculos y la capacidad para
sentir un toque suave y un pinchazo.

Tratamiento

Lamentablemente, no hay manera de revertir el daño a la médula espinal. Pero los
investigadores trabajan continuamente en tratamientos nuevos, que comprenden prótesis
y medicamentos capaces de promover la regeneración de las neuronas o de mejorar la
actividad de los nervios que no se dañaron después de una lesión de la médula espinal.

(Mundo Sputniknews, 2018)

Máquinas electrónicas para la rehabilitación de personas con lesiones en miembros
inferiores

El ExoAtlet

Es un ejemplo de tecnología rusa aplicada al bienestar: se trata de un exoesqueleto
robótico destinado a la rehabilitación de personas que no pueden caminar por sí solas.



Máquina de rehabilitación Icare, la elíptica motorizada

Icare es una de las mejores máquinas de rehabilitación que existen en el mercado fitness
actual. Gracias a su diseño y funcionalidades su uso ayuda, en gran medida, a recuperar
la capacidad de marcha y mejorar las funciones motoras de aquellas personas que sufren
o han sufrido alguna discapacidad física.
Su motor inteligente y su sistema de control son capaces de detectar el grado de
asistencia que requiere cada persona, adaptándose a sus necesidades y proporcionando
la ayuda adecuada para caminar en cada momento. Su auténtico valor reside en que al
practicar ejercicio con esta elíptica motorizada, los usuarios son capaces de volverse
más independientes a pesar de su lesión o discapacidad

Tras un examen completo, los médicos inyectan medicamentos especiales que estimulan
la liberación de células madres de la médula ósea en la sangre. Después de eso, una
maquina especial procesa esta sangre y selecciona las células madre que,
posteriormente, serán congeladas.
Una vez sometido a la quimioterapia que destruye la causa de la enfermedad, es decir,
que acaba con el sistema inmune que funcionaba mal, al paciente le vuelven a inyectar
células madres. Al recibir la señal de que el paciente no tiene sistema inmunológico,
estas células empiezan a despertarse y a construir uno nuevo que funcione normalmente.


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